es muy dificil robarle cinco minutos de
presencia al que, sin poder acercarse, te
compensa con una llamada telefonica que
acaba echandote el humo a la cara. te da
fuego, lo compartes, te invita a un trago...y
hasta que suene el tono de nuevo.
la distancia entre amigo y amigo... desa-
parece al no haber mas escenario que el
imaginario. un abrazo a traves de un canal
que limita, pero que te permite guiñarle
un ojo y decirle un hasta la proxima.
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